Introducción
En este mundo de grandes avances tecnológicos,
a una velocidad desmedida que ha provocado grandes cambios pero a la vez
grandes retrocesos, resulta importante detenernos a pensar en los beneficios y
consecuencias de lo que estamos viviendo, en este texto tratare de puntualizar
algunos conceptos, haciendo al mismo tiempo una reflexión sobre ello.
Desarrollo
Empezaremos hablando del término “Aldea
global” utilizado en primer lugar por el sociólogo canadiense Marshall McLuhan
(1962), el cual se refiere a la forma en la que los medios de comunicación
masivos conectan al mundo y los mantiene dependientes a ellos, esta conexión es
posible gracias a la tecnología, con lo cual, podemos percibir un mundo más
pequeño, en donde todos estamos cerca de todos.
Es innegable el impacto de las tecnologías en la
sociedad global, las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) han
transformado estos medios de comunicación, ahora podemos ver y escuchar todo en
tiempo real y los usuarios pueden interactuar entre si al mismo tiempo, el
concepto de aldea global da origen al término globalización.
Este impacto, nos obliga a tomar conciencia de la
responsabilidad que como usuarios tenemos, el saber elegir los contenidos de
los medios de comunicación a los que accedemos, y el tiempo de consumo, saber
que, podemos modificarlo o manipular
la configuración del contenido que consumimos y decidir qué información
producimos y reproducimos.
Aunque la globalización es un
término que guarda estrecha relación con la palabra integración, la cual se da
gracias a los avances tecnológicos, ha obligado a una reorganización de la sociedad
global, lo cual ha impactado drásticamente en los estilos de vida.
Podemos visualizar lo que llamamos fronteras culturales, las cuales se entienden como, el límite que divide
una región con base en las características que comparten sus pobladores, un
conjunto de formas y expresiones de una sociedad determinada. Por este conjunto
de formas y expresiones entendemos: creencias, prácticas comunes, reglas,
normas, códigos vestimentas, religión, rituales y maneras de ser que predominan
en común.
Si bien, la
fuerza de una frontera cultural puede permanecer constante a través del tiempo,
las diferencias pueden traer como consecuencias un choque cultural, pueden
dificultar enormemente la adaptación a nuevos entornos, las personas que
traspasan esas fronteras estarán encontrándose con vestimenta, condiciones
climáticas y comidas que son desconocidas, así como, valores distintos, lo cual
puede resultar difícil. Traspasar las fronteras culturales, para muchas personas puede llegar a ser muy
desorientador.
Y aunque la globalización y el desarrollo de los
medios informativos, podría suponer
grandes beneficios, podemos reconocer sus consecuencias, la no subsistencia de
los negocios locales, la imposición
de culturas, valores, estilos de vida y de consumo, la desvalorización de la
comida tradicional bombardeándonos con grandes cadenas de comida rápida,
llevando a un imperialismo cultural de los países más poderosos.
La información
que llega por medio del internet o la televisión llega a ser tendenciosa y
subjetiva, lo cual ayuda a mantener esta influencia por sobre el pensamiento
local, por otro lado, el idioma como expresión clave de diversidad cultural, a
través de la globalización también se convierte en una herramienta de
marginalización hacia otros lenguajes, incluso podría ser que algunos de ellos
se extingan, debido a que las economías dominantes del mundo hablan inglés se
le suele apreciar como el principal culpable de restarle importancia a otros
lenguajes
La globalización también
incrementa la pobreza entre las personas jóvenes, los ancianos, las mujeres,
los indígenas y los extranjeros, lo que produce un impacto cultural. Uno de los
resultados de la globalización fue que el 20% de la población mundial consumía
80% de la producción global dejando a un 80% de la población considerablemente
encarecida.
Para que todos
los países puedan beneficiarse de la globalización, la comunidad internacional no
debe enfocarse en favorecen solo a los países desarrollados y crear un sistema
más justo.
Por último es importante recordar el concepto de sociedad líquida, la
cual refiere a una sociedad en la que la incertidumbre por
la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. Lo
que antes eran nexos potentes ahora se han convertido en lazos provisionales y
frágiles.
Conclusiones
El desarrollo
económico sigue siendo el imperativo para las grandes naciones, producir para
consumir y consumir para producir de manera deslumbrante, una economía global junto
con el desmedido avance de la tecnología, supondría grandes beneficios, ambos
usados a favor de las personas y no a favor de los intereses de unos cuantos
supondría la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano acortando
distancias, mejorando la salud y las brechas salariales, contrario a eso, hemos
perdido de vista la riqueza de nuestra gente, la riqueza del contacto y la
comunicación cara a cara, la riqueza de compartirnos en nuestras vivencias,
costumbres, cantos, comidas.
La globalización arrasa
con todo ello, cruzando las fronteras culturales, las tradiciones y costumbres
se ven influenciadas por los la idealización de las grandes ciudades, al igual
que en muchos otros ámbitos la cultura también se ve impactada con la llegada
de la globalización, en un mundo sin fronteras, el peligro es caer en la
perdida de nuestra identidad como pueblo y peor aún en nuestra identidad
personal.
Esta revolución
tecnológica que nos permite conectarnos en tiempo real también nos muestra las
grandes desigualdades y coloca en lo alto a culturas lejanas a las nuestras,
culturas que siguen aumentando en privilegios a través de este acercamiento a
los menos favorecidos, tratando de permear a todos por igual por su lengua,
valores, costumbres, y peor aún, estilos de vida, estilos de consumo.
Juicio Valorativo personal
Como sociedad global estamos perdiendo una
gran oportunidad al no utilizar las bondades de la tecnología, en especial de
las TICs para el cuidado del ambiente, el desarrollo humano de nuestro ser, la
forma en que nos comunicamos y relacionamos, el cuidado de nuestra salud, la
gestión de nuestras emociones. Como en todo, los intereses de las grandes
naciones siguen estando por encima del compromiso por la condición humana.
Al contrario de lo que pensamos, estos
grandes desarrollos, han aumentado la brecha entre personas, ahora muchos
servicios básicos se dan solo a través de las tecnologías, en donde, las
personas que no tienen acceso a ellas, aunque nos cueste trabajo pensar que
existen, los encuentran inasequibles, convirtiéndolos en analfabetas con un grave
atraso para su funcionamiento básico, hemos convertido lo que podría
beneficiarnos a todos en una nueva forma de exclusión social.
Si bien estamos todos inmersos en esta aldea
global, no todos tenemos los mismos beneficios.
La invitación es a resistir, resistir no al
uso de las TICs, resistir no al conocimiento y reconocimiento de otras
culturas, resistir no a la diversidad, más bien, resistir a un solo e imperante
estilo de vida, resistir a categorizar costumbres y lenguajes, resistir a un
mercado totalizado, resistir a poner la producción sobre los derechos humanos,
resistir a ir a la velocidad de la tecnología y el mercado.
Considerar la interculturalidad como un bien
común en donde nos aportamos unos a otros sin perder o pretender, ayudándonos
con nuestros saberes, dándole importancia a nuestras propias esencias, a
nuestros propios mensajes, a tocarnos, a mirarnos no como máquinas de
producción, más allá, como seres humanos ricos en vivencias que podemos
compartir sin dejar de ser.
Citas y Referencias
Cortez, P., Orrala, L., González, M y Guarnizo, J.
(2022). La aldea global: un lugar de inclusión o de privilegio. Reciamuc,
6(2), 29-38.
Montoya, S. (17 de mayo de 2014).
Aldea Global: Comunicación, Tecnología y Sociedad
[Video]. YouTube.
Pabón, D. (23 de octubre de
2015). Globalización y Fronteras culturales
[Video]. YouTube.