domingo, 27 de octubre de 2024

Educación para un México intercultural

El texto nos habla de la necesidad de una educación intercultural bilingüe de calidad y con pertinencia cultural y lingüística para los pueblos indígenas.

México es un país pluricultural, sobre todo en sus poblaciones indígenas. Aunque, la educación para un país intercultural es sólo una forma de combatir las injusticias históricas que se han cometido con los pueblos indígenas y la educación contribuye de manera importante a ello, también puede ser una vía para la discriminación al estandarizar lo que cada persona debe saber sin considerar su propia identidad.

Dentro de las buenas intenciones del modelo Educativa actual (Nueva Escuela Mexicana) se encuentra la propuesta de considerar los contextos para escoger los conocimientos que cada comunidad necesita según su realidad de vida y poderlos aplicar para beneficio de su comunidad.

Aún existen muchos retos educativos, esperemos avanzar en torno al respeto de las culturas de nuestros pueblos indígenas.

viernes, 25 de octubre de 2024

“El humanismo como eje rector para el desarrollo del potencial humano”

Introducción

En este texto hablaremos sobre las características y cualidades que deberían desarrollar los promotores de la cultura para impactar en el desarrollo humano de los individuos, al final hago una reflexión sobre lo que la corriente humanista propone a los psicoterapeutas en este sentido.

 

Desarrollo

Podemos entender el desarrollo humano desde dos conceptos:

El primero como el movimiento del potencial humano, basado en la corriente de psicología humana de mediados del siglo XX, la cual propone que, a diferencia de lo que propone el psicoanálisis, el ser humano cuenta con las capacidades y condiciones necesarias para desarrollar su propio potencial, que cada individuo es el experto en su propia experiencia y responsable de su desarrollo, el cual implica ámbitos como, la educación, el trabajo, las organizaciones, la comunidad y la salud.

El segundo concepto como una propuesta de la Organización de las naciones Unidas (ONU), en donde se ve al desarrollo humano como un indicador que mide objetivamente el grado de desarrollo del lugar donde vive la persona y sus posibilidades para desarrollarse plenamente en él como ser humano. Este indicador tiene tres rubros: educación, salud e ingreso per cápita, así como, indicadores secundarios: teatros, escuelas, museos, kilovatios per cápita, disponibilidad de agua potable, ingesta de kilocalorías por individuo, etc.

Conjuntando ambos conceptos, el desarrollo comprende no solo el acceso a los bienes y servicios, sino también la oportunidad de elegir un modo de vida colectivo que sea pleno, satisfactorio, valioso y valorado en el que florezca la existencia humana en todas sus formas y en su integridad.

En este sentido, la cultura juega un papel importante, constituye una base mínima de reflexión-acción colectiva para el cambio social, no como un fin en sí mismo, más bien, como base para crecer y promover el crecimiento de las comunidades mediante el conocimiento del otro, para fortalecer la autoafirmación.

La promoción de la cultura debe ser un espacio para detectar, respetar y promover las diferencias, diferencias respecto a:

·         La relación de las personas con el tiempo, la percepción del futuro, ya que esta se encuentra condicionada por la precariedad de las personas.

·         La relación con el medio ambiente, con el espacio y las formas de vida.

·         La relación con el cuerpo y la alimentación, con la enfermedad, con la muerte, con las costumbres alimentarias y sexuales.

La dimensión cultural alude a una dimensión profundamente humana que nos pertenece a todos, permite nuestro crecimiento como seres con sentido, como proyectos de vida, con valores y aspiraciones, deseosos de significado y de proyección en nuestras creaciones.

La cultura se convierte en una forma integral de vida, que da cuenta de las relaciones de los individuos con su comunidad, con otras comunidades, con la naturaleza, con lo sagrado y consigo mismos, con el propósito de dar continuidad y sentido a la totalidad de su existencia.

La persona se desarrolla como individuo en cultura, sus procesos internos y su desarrollo psicoafectivo y social están determinados culturalmente, esto implica, repensar el desarrollo humano como una serie de procesos necesariamente contextuados, para que tengan sentido y sean útiles en la práctica.

El desarrollo humano, promovido por el movimiento del potencial humano, parte de la confianza plena en el ser humano como un ser capaz de potenciar sus capacidades, de ser experto de sí mismo, de la importancia de aprender a vivir el aquí y el ahora, de la necesidad de lograr una personalidad saludable y aprender a tener un manejo sano de las emociones, para lo cual el aprendizaje tiene que ser significativo para que sea genuino, sabiendo que en todos los procesos sociales, la persona individual no se puede perder el las dinámicas colectivas, ya que cada individuo tiene proceso internos que hay que develar y trabajar para que lograr un desarrollo pleno.

El desarrollo humano se enriquece con una visión pluralista de la cultura y la diversidad cultural, siendo así, se convierte en una valiosa herramienta que permite, en el contexto cultural, el equilibrio entre distintas dimensiones, materiales y espirituales en un grupo y para un empoderamiento más efectivo de individuos y grupos, una ubicación de las propias necesidades y prioridades individuales y comunitarias.

El desarrollo humano dentro de un contexto cultural puede servir también para el fortalecimiento de organizaciones sociales, traducir lenguajes y códigos, respetando la visión particular de la realidad de cada comunidad para fortalecer así vías alternas de apoyo al desarrollo de comunidades.

El desarrollo humano puede aportar al pluralismo cultural un enfoque valioso y congruente con visiones alternativas y más democráticas de la cultura, este enfoque a partir de:

·         Una reivindicación de la persona.

·         Una idea humanista del ser humano, la idea del hombre como experto del sí mismo, de sus capacidades y necesidades.

·         Una idea de la dignidad y el respeto intrínsecos a la persona humana, fundamentada filosófica y racionalmente. Un fundamento sólido para el respeto y el fomento a la diversidad.

·         Un enfasis en las relaciones culturales más que en los productos acabados. Lo que importa es el hacer, la convivencia, la relación, el construir juntos un mundo propio.

 

 

Juicio Valorativo personal

Al final el texto menciona lo siguiente “Es necesario seguir fortaleciendo una visión humanista dentro del trabajo que realizan los promotores culturales, esto implica, que el promotor trabaje sobre sí mismo, sobre sus relaciones interpersonales, que revalore los procesos y los productos culturales a la luz del individuo, involucrándose y del lado del desarrollo humano, para ser más congruentes los postulados humanistas con una visión plural de la cultura, y por lo tanto del ser humano”.

Quisiera extender esta invitación a todos aquellos que trabajamos en el desarrollo humano de las personas, maestros, psicólogos, sacerdotes, etc. Es necesario enfocarnos en nuestro propio desarrollo, en nuestros propios procesos, en nuestras propias relaciones, basándonos en los postulados humanistas, reconociendo, respetando y fomentando la diversidad, permitiendo al otro desarrollar su propio potencial desde su autovaloración, autoconocimiento, colocándolo como centro de su propio aprendizaje, como experto de sus propias necesidades y capacidades, inmerso en una comunidad pero a la vez responsable de la construcción de la misma.

Una invitación a centrar nuestra atención en las personas y sus relaciones más que en los objetivos, resultados y productos a ofrecer.

Una invitación a entender los contextos culturales, donde se identifiquen y analicen los usos y costumbres, los valores, las creencias, los ideales, la cosmovisión, que se mire a las personas desde sus anhelos, su situación económica, relación con el tiempo, con la naturaleza, con sus alcances, sus propias necesidades, sus limitaciones.

Y que el eje central de nuestro trabajo sea siempre y para siempre el ser humano en todas sus posibilidades y el desarrollo de su existencia desde el y no desde lo que otros quieren de él.

 

 

 

Citas y Referencias

Figueroa, M. (2004). Desarrollo humano y cultura: una visión humanista de la diversidad en Patrimonio cultural y turismo, cuaderno 11 (pp. 198-204). CONACULTA. 

“La aldea global: un lugar de inclusión o de privilegio”

 

Introducción

En este mundo de grandes avances tecnológicos, a una velocidad desmedida que ha provocado grandes cambios pero a la vez grandes retrocesos, resulta importante detenernos a pensar en los beneficios y consecuencias de lo que estamos viviendo, en este texto tratare de puntualizar algunos conceptos, haciendo al mismo tiempo una reflexión sobre ello.

 

Desarrollo

Empezaremos hablando del término “Aldea global” utilizado en primer lugar por el sociólogo canadiense Marshall McLuhan (1962), el cual se refiere a la forma en la que los medios de comunicación masivos conectan al mundo y los mantiene dependientes a ellos, esta conexión es posible gracias a la tecnología, con lo cual, podemos percibir un mundo más pequeño, en donde todos estamos cerca de todos.

Es innegable el impacto de las tecnologías en la sociedad global, las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) han transformado estos medios de comunicación, ahora podemos ver y escuchar todo en tiempo real y los usuarios pueden interactuar entre si al mismo tiempo, el concepto de aldea global da origen al término globalización.

Este impacto, nos obliga a tomar conciencia de la responsabilidad que como usuarios tenemos, el saber elegir los contenidos de los medios de comunicación a los que accedemos, y el tiempo de consumo, saber que, podemos modificarlo o manipular la configuración del contenido que consumimos y decidir qué información producimos y reproducimos.

Aunque la globalización es un término que guarda estrecha relación con la palabra integración, la cual se da gracias a los avances tecnológicos, ha obligado a una reorganización de la sociedad global, lo cual ha impactado drásticamente en los estilos de vida.

Podemos visualizar lo que llamamos fronteras culturales, las cuales se entienden como, el límite que divide una región con base en las características que comparten sus pobladores, un conjunto de formas y expresiones de una sociedad determinada. Por este conjunto de formas y expresiones entendemos: creencias, prácticas comunes, reglas, normas, códigos vestimentas, religión, rituales y maneras de ser que predominan en común.

Si bien, la fuerza de una frontera cultural puede permanecer constante a través del tiempo, las diferencias pueden traer como consecuencias un choque cultural, pueden dificultar enormemente la adaptación a nuevos entornos, las personas que traspasan esas fronteras estarán encontrándose con vestimenta, condiciones climáticas y comidas que son desconocidas, así como, valores distintos, lo cual puede resultar difícil. Traspasar las fronteras culturales,  para muchas personas puede llegar a ser muy desorientador.

Y aunque la globalización y el desarrollo de los medios informativos,  podría suponer grandes beneficios, podemos reconocer sus consecuencias, la no subsistencia de los negocios locales, la imposición de culturas, valores, estilos de vida y de consumo, la desvalorización de la comida tradicional bombardeándonos con grandes cadenas de comida rápida, llevando a un imperialismo cultural de los países más poderosos.  

La información que llega por medio del internet o la televisión llega a ser tendenciosa y subjetiva, lo cual ayuda a mantener esta influencia por sobre el pensamiento local, por otro lado, el idioma como expresión clave de diversidad cultural, a través de la globalización también se convierte en una herramienta de marginalización hacia otros lenguajes, incluso podría ser que algunos de ellos se extingan, debido a que las economías dominantes del mundo hablan inglés se le suele apreciar como el principal culpable de restarle importancia a otros lenguajes

La globalización también incrementa la pobreza entre las personas jóvenes, los ancianos, las mujeres, los indígenas y los extranjeros, lo que produce un impacto cultural. Uno de los resultados de la globalización fue que el 20% de la población mundial consumía 80% de la producción global dejando a un 80% de la población considerablemente encarecida.

Para que todos los países puedan beneficiarse de la globalización, la comunidad internacional no debe enfocarse en favorecen solo a los países desarrollados y crear un sistema más justo.

Por último es importante recordar el concepto de sociedad líquida, la cual refiere a una sociedad en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. Lo que antes eran nexos potentes ahora se han convertido en lazos provisionales y frágiles.


Conclusiones

El desarrollo económico sigue siendo el imperativo para las grandes naciones, producir para consumir y consumir para producir de manera deslumbrante, una economía global junto con el desmedido avance de la tecnología, supondría grandes beneficios, ambos usados a favor de las personas y no a favor de los intereses de unos cuantos supondría la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano acortando distancias, mejorando la salud y las brechas salariales, contrario a eso, hemos perdido de vista la riqueza de nuestra gente, la riqueza del contacto y la comunicación cara a cara, la riqueza de compartirnos en nuestras vivencias, costumbres, cantos, comidas.

La globalización arrasa con todo ello, cruzando las fronteras culturales, las tradiciones y costumbres se ven influenciadas por los la idealización de las grandes ciudades, al igual que en muchos otros ámbitos la cultura también se ve impactada con la llegada de la globalización, en un mundo sin fronteras, el peligro es caer en la perdida de nuestra identidad como pueblo y peor aún en nuestra identidad personal.

Esta revolución tecnológica que nos permite conectarnos en tiempo real también nos muestra las grandes desigualdades y coloca en lo alto a culturas lejanas a las nuestras, culturas que siguen aumentando en privilegios a través de este acercamiento a los menos favorecidos, tratando de permear a todos por igual por su lengua, valores, costumbres, y peor aún, estilos de vida, estilos de consumo.

 

Juicio Valorativo personal

Como sociedad global estamos perdiendo una gran oportunidad al no utilizar las bondades de la tecnología, en especial de las TICs para el cuidado del ambiente, el desarrollo humano de nuestro ser, la forma en que nos comunicamos y relacionamos, el cuidado de nuestra salud, la gestión de nuestras emociones. Como en todo, los intereses de las grandes naciones siguen estando por encima del compromiso por la condición humana.

Al contrario de lo que pensamos, estos grandes desarrollos, han aumentado la brecha entre personas, ahora muchos servicios básicos se dan solo a través de las tecnologías, en donde, las personas que no tienen acceso a ellas, aunque nos cueste trabajo pensar que existen, los encuentran inasequibles, convirtiéndolos en analfabetas con un grave atraso para su funcionamiento básico, hemos convertido lo que podría beneficiarnos a todos en una nueva forma de exclusión social.

Si bien estamos todos inmersos en esta aldea global, no todos tenemos los mismos beneficios.

La invitación es a resistir, resistir no al uso de las TICs, resistir no al conocimiento y reconocimiento de otras culturas, resistir no a la diversidad, más bien, resistir a un solo e imperante estilo de vida, resistir a categorizar costumbres y lenguajes, resistir a un mercado totalizado, resistir a poner la producción sobre los derechos humanos, resistir a ir a la velocidad de la tecnología y el mercado.

Considerar la interculturalidad como un bien común en donde nos aportamos unos a otros sin perder o pretender, ayudándonos con nuestros saberes, dándole importancia a nuestras propias esencias, a nuestros propios mensajes, a tocarnos, a mirarnos no como máquinas de producción, más allá, como seres humanos ricos en vivencias que podemos compartir sin dejar de ser.

Citas y Referencias

Cortez, P., Orrala, L., González, M y Guarnizo, J. (2022). La aldea global: un lugar de inclusión o de privilegio. Reciamuc, 6(2), 29-38.

Montoya, S. (17 de mayo de 2014). Aldea Global: Comunicación, Tecnología y Sociedad
 [Video]. YouTube.

Pabón, D. (23 de octubre de 2015). Globalización y Fronteras culturales
[Video]. YouTube.

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